CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO


EL MONTONERO – Lima, 12 de marzo de 2024

Las tareas de Adrianzén ante el Sistema Interamericano de DD.HH. En la OEA

Adrianzen ha demostrado tener firmeza y carácter

12 DE MARZO DEL 2024


Como es frecuente, ante la necesidad de renovar el Consejo de Ministros, no necesariamente los voceados son los seleccionados y nombrados, como ha sucedido con Gustavo Adrianzén. Para la gran mayoría de peruanos su nombramiento como sucesor de Alberto Otárola como presidente del Consejo de Ministros fue una sorpresa.

La sorpresa fue principalmente porque venía desempeñándose con eficiencia en la representación del Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se esperaba que culminara su labor exitosamente. Y porque desde diversos sectores se aconsejaba un sustituto del renunciante que fuese reconocido por dotes de estadista y al mismo tiempo generador de confianza para el sector inversor.

En la OEA Augusto Adrianzen ha demostrado firmeza y carácter, que sumado a su experiencia en la gestión pública local, avizoran un premierato por lo menos satisfactorio.

Su relación con la OEA debería llevarlo a varias acciones que complementen su actitud de haber enfrentado al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, organismo autónomo integrante de la OEA, en sus intentos de responsabilizar al Estado Peruano por las bajas y lesionados en enfrentamientos de vándalos y violentistas que agredieron a las fuerzas del orden, las que actuaron de acuerdo al mandato constitucional de preservar el orden público y recuperarlo en caso de afectación.

La primera de dichas acciones debería ser obtener de la presidenta Boluarte, que promulgue y publique la ley aprobada en el Congreso para nombrar un comisión de altísimo nivel que diagnostique el accionar de la Comisión y Corte Interamericana de Derechos Humanos, y proponga las modificaciones y rectificaciones necesarias para que sus acciones sean acordes con lo dispuesto en la Convención Americana de Derechos Humanos, sin desviaciones ni conculcaciones.

La segunda es coordinar con la Presidencia de la República y el ministro de Relaciones Exteriores el nombramiento de quien sustituya como representante del Perú ante la OEA, que tenga las mismas fortalezas de su predecesor para enfrentar los desatinos y excesos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, léase Comisión y Corte del mismo nombre. También deberá tener la muñeca necesaria para hacer gestiones con los otros integrantes del Consejo Permanente de la OEA, para que sus países apoyen al Perú en la aprobación de sus propuestas normativas.

Por último, para que se presente como candidato a integrar la Corte Interamericana de Derechos Humanos al jurista Alberto Borea Odría quien, con su claridad conceptual y dotes de convencimiento, pueda hacer regresar a dicha Corte a cumplir a cabalidad con su misión, con imparcialidad y sin sesgos inadecuados.

Como vemos, hay tareas que tiene que realizar de inmediato el nuevo presidente del Consejo de Ministros, a fin de que sea complementado su actuar,en el tiempo en que representó al Perú en el Consejo Permanente de la OEA, por supuesto sin perjuicio de enfrentar todos los pendientes que hay en el actual Gobierno Nacional, sin olvidar de proponer algunos cambios ministeriales que son necesarios para una buena gestión.